La enfermedades periodontales son las que involucran a los tejidos que rodean a los dientes, la encía y el hueso.
Cuando el paciente presenta enfermedad de estos tejidos, primero la encía aparece mas inflamada y sangra y luego de persistir la enfermedad, comienza la destrucción del hueso que rodea a los dientes lo que provoca el aflojamiento progresivo de los mismos.
Comúnmente se ha llamado a esta enfermedad “piorrea” y lo más interesante del tema es que popularmente se la considera sin curación. Cabe informar que esta enfermedad es detenible logrando la curación de la misma.
Esta enfermedad tiene un altísimo componente hereditario, por lo tanto si sus padres la sufrieron, debe estar alerta. Tenemos una información detallada de la misma y bajo una buena supervisión no deberían los pacientes en esta época sufrir la pérdida de piezas dentarias.
Se debe iniciar la terapia periodontal (o de encías) eliminando las causas que provocan inflamación (sangrado). Para ello procederemos de la siguiente forma:
Se puede acompañar estos procedimientos con la administración de antibióticos por vía general.
El objetivo de esta terapia es dificultar que las bacterias colonicen nuevamente y con el precipitado de sales formen nuevamente sarro, el que se ve facilitado de depositarse si las superficies dentarias son ásperas.
Una vez realizadas las terapias conservadoras periodontales (cavitaje, raspaje y curetaje) se pueden ver defectos residuales y que son difíciles de corregir a menos que las encías sean intervenidas quirúrgicamente.
Hay técnicas muy probadas, perfectamente descriptas y que deben ser indicadas lo más exactamente posible. Con ellas corregiremos el crecimiento excesivo de encías en aquellos pacientes que son sometidos a ciertos medicamentos (antiepilépticos , antihipertensivos), podremos lograr una unión con el diente nuevamente cuando las encías que estaban muy agrandadas quedaron flojas o bien provocar correcciones estéticas.